Julia Ether
Si los ojos son el reflejo del alma, entonces, ¿qué es lo que podemos decir cuando miramos los de Julia Ether?Artista rusa polifacética, Julia es una de esas personas únicas que vive su vida con intención y energía. Vive y trabaja en Portugal, donde fabrica exquisitas cerámicas a la vez que crea imágenes poéticas, en las que se mezclan la presencia de paisajes salvajes, vegetación, rocas y el mar.
Su estilo de vida refleja su elección de vivir una vida con conciencia «slow», con aspiraciones humanistas, y totalmente comprometida con lo esencial: tiempo y libertad para crear y construir su casa, tiempo para cultivar su comunidad cada vez más grande, libertad de vivir, pensar y comunicar.
Ya sea a través de su universo fotográfico, que desarrolla en colaboración con su marido y fotógrafo Tiago Máximo, o a través de sus otras prácticas artísticas, Julia Ether es una mujer cuya visión y vida nos inspiran. Revela coraje y un gran compromiso con ella misma. Le hemos pedido que comparta con nosotros su pasión por la cerámica y su opinión respecto a la espiritualidad, el amor y el vivir lentamente.
Julia, ¿quién eres?
Soy de Rusia, ese gran y magnífico país con una gran historia. Nací en una ciudad pequeña cerca del mar de Azov 🙂
Hace dos años me mudé desde España, donde estaba viviendo, para instalarme en Portugal con mi marido Tiago, que es portugués. Dejamos todo lo que teníamos en España para dar el gran salto hacia lo desconocido y vivir en una autocaravana durante 2 años, hasta que decidimos construir nuestra propia casa de madera. Fue una gran aventura que a la vez nos ha hecho crecer y ser más fuertes.
Esta experiencia me ha empujado a trabajar de manera diferente y me ha ayudado a desarrollar mi creatividad. Son también momentos nostálgicos, porque no siempre puedo viajar a mi país tanto como me gustaría. Creo que se puede sentir y notar esta melancolía, tanto en mi trabajo como en mi personalidad.
¿Cuál es tu inspiración en la vida? ¿Qué es lo que alimenta tu creatividad y nutre tu corazón?
Mi mayor inspiración proviene de la naturaleza y de sus generosos regalos. Soy muy consciente de lo que me rodea. A veces una simple piedra o una planta pueden hacerme feliz. Siempre me han gustado las texturas y las formas preexistentes en la naturaleza.
Es algo que me permite parar un momento y relajar la mente, sin prisas. Nada me permite crecer y aprender tanto como observar lo que hay a mi alrededor.
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Haces referencia a la cerámica como tu verdadera pasión. ¿Puedes comentarnos más al respecto?
Absolutamente. La cerámica es la mejor de las meditaciones. Siento una conexión única y muy personal con la tierra cuando trabajo con cerámica. Un día acudí a un curso de alfarería en Moscú y me enamoré al instante. Más tarde estuve formándome en Barcelona, para profundizar en la técnica, sobre todo la de la chamotte, que me gusta especialmente.
Trabajar con cerámica me permite sentirme conectada a mí misma, a la naturaleza, y estar en el momento presente. Me permite ralentizar.
De hecho, pienso que para ser un buen ceramista hay que vivir este aspecto con naturalidad. Creo que esto es igual de cierto con muchas cosas en la vida. Es necesario que venga del corazón para que sea auténtico y justo. El proceso creativo de la cerámica es un proceso que me centra. También creo que el proceso de fabricación es muy diferente según se trate de una cerámica artesanal o industrial. Lo artesanal suele ser un proceso lento, del cual nacen piezas únicas.
Es necesario que venga del corazón para que sea autentico y justo. El proceso creativo de la cerámica es un proceso que me centra. También creo que el proceso de fabricación es muy diferente según este hecho una cerámica de manera artesanal o de manera industrial. Lo artesanal suele ser un proceso lento del cual nacen piezas únicas.
¿Cuál es tu visión del amor?
Eres tú. Tú mismo. Cada uno estamos hechos de amor 🙂 Es la mayor fuente de todo.
¿Cuál es tu punto de vista relacionado con lo espiritual?
La espiritualidad es algo que actualmente me hace interrogarme sobre muchos asuntos difíciles. Últimamente cuestiono todo lo que me es familiar o a lo que estoy acostumbrada, de manera que he vuelto a ser un libro en blanco sobre el que es posible volver a escribir.
Había cogido la costumbre de definirme como «guerrera espiritual”, pero un día me pregunté: “¿Qué es lo que esto representa para mi?». Llegué a la conclusión de que no sé nada. Para mí ahora se trata más de elegir en lo que decido creer o no. Una sola cosa sigue siendo clara: sigo mi corazón. El espíritu está en ello y es lo único que es cierto 🙂
¿Cuál es tu visión de la sostenibilidad y de la ética?
Para mí, la sostenibilidad es algo creado y fabricado lentamente con amor, con cariño. Me gusta lo equilibrado de las cosas en todo. Creo en una moda ética que solo utiliza materiales naturales.
¿Cuál es tu relación con la moda?
Soy de poco consumir y no sigo ninguna de las tendencias. Por lo tanto, toda la ropa que tengo son piezas que me pongo en mi día a día y que me gustan. Busco solo que lo que visto sea confortable, auténtico y duradero.
¿Florenz en pocas palabras?
Simple, doux et chaud:) Très élégant!
